miércoles, 23 de noviembre de 2011

Mi aventura en DADE.





Para este curso, me había propuesto varias iniciativas, unas de índole deportiva, otras de índole cultural. En las deportivas, tenía las ideas claras, en lo cultural estaba en un mar de dudas, como ahora os comentaré.





Primero, había pensado en un máster o un doctorado en algún tema que tuviera que ver con la maratón. Me encaminé a la Universidad de Alicante, en busca de una orientación o posible dirección de tesis, pero la verdad es que no fue muy "receptivo" lo que ví. Es igual. No pasa nada.





También inicié ciertos contactos con la Universidad ilicitana "Miguel Hernández", pero no terminaba de encontrar lo que a mí me gustaba.





Pensé en que, a lo mejor, Derecho podía ser una carrera interesante, pues tenía ya ciertos estudios parciales en la UNED y podría reemprenderlos. No sé porqué me vino a la mente esto del DADE, que es cursar dos carreras en una: Administración de Empresas y Derecho. Va para cinco años. Me matriculé de primero, y asistí regularmente a las clases, que empezaron en septiembre ( septiembre, octubre y buena parte de noviembre, asistiendo oficialmente a las aulas, con compañeros muy jóvenes de 17, 18 y como mucho 19 años). Muy bien. Bien aceptado y buenas calificaciones, en los primeros "encuentros". Notaba algo de falta de hábito de estudio universitario, pues hacía más de treinta años que dejé de sistir a clases oficiales (Turismo, Magisterio) o realizar estudios de Pedagogía, pero ello en UNED (Doctorado en Ciencias de la Educación).





Pero en la Universidad la sucesión de pruebas evaluativas o exámenes era interminable, en Microeconomía, Matemáticas, Teoría del Derecho, Derecho Romano (la materia que más me gusta, pero sin "sintonía" docente-discente en esta ocasión) y Fundamentos de Economía de la Empresa. Primeros embates y primeros envites, con buenas calificaciones. Llegó un momento en que vi que era estudiar mañana , tarde y noche, el trabajo era agobiante, sin poderme dedicar a las carreras, a mi familia, a mis amigos y, en definitiva, a mi vida de jubilado ya próximo a los 68 años. Eso no era vivir. Ya no era disfrutar. Pensé que era mejor dejarlo para más adelante, al fin y al cabo titulaciones tengo a manta y el título era lo de menos. Proseguiré mis estudios un poco "por libre" y veré nuevas estrategias y metas. ¡Uffff! Respiro al fin. De buen "tormento" me he librado.





Como secuela de ello, estoy escribiendo una novela histórica, "El jurista de Roma", basada en la materia que más me gusta y donde, paradójicamente, peores calificaciones he ido sacando, caprichos del destino evaluativo (¿eso es evalución?). Es igual. No pasa nada.





El contacto con los alumnos, con los profesores y con la Universidad me ha permitido vivir tres meses muy felices. Pero, al tiempo, he visto que la "Universidad presencial", una de mis asignaturas pendientes, no era lo que pensaba. Me ha desilusionado. ¿Será Bolonia? Como ya he dicho, Kant me despertó de mi sueño dogmático.





Tengo que replantearme, en este aspecto intelectual, el curso 2012-2013.










Mi actividad de escritor es incesante, colaboro en "Información", escribo en Muro y Blog, tengo pendiente una novela para publicar y estoy escribiendo dos más.










En cuanto a las carreras, el programa para el curso "carreril" 2011-2012 es muy completo y comprende un variada gama de maratones, ultramaratones y pruebas "menores", de mediomaratones, diezmiles, crosses, etc.(lo de "menor" lo digo por la distancia, no por la importancia , que la tienen).





De aquí a fin de año, una lluvia fina de honores, premio y distinciones ( no como la que está cayendo ahora en Alicante, verdadero diluvio universal cuando esto escribo, un 23 de noviembre de 2011).





Por lo demás, sigo estudiando ( quedan las pruebas de junio)





Seguiré comentándoos impresiones, amigos. Un saludo. Soy muy feliz.

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