martes, 18 de febrero de 2014

La alimentación, en el origen de la evolución humana.


El destacado antropólogo, Dr. Wrangham.


Siempre hemos dicho que la alimentación, forma parte de ese running interior del corredor, del entrenamiento invisible. Es tan importante, que si un atleta descuida este aspecto, corre el riesgo de que sus entrenamientos y competiciones adolezcan de falta de calidad, e incluso supongan un  peligro par su salud. Un corredor con alimentación suficiente e "inteligente", rinde mucho más.

Hasta tal punto es importante la cocina, la alimentación, que hasta supone una clave en la evolución humana.

Veamos.

La Antropología va encontrando cada vez, más evidencias, a fin de  precisar múltiples aspectos de la evolución humana.

Uno de los descubrimientos que han revolucionado los conocimientos científicos, es el del profesor Richard Wrangham, de la Universidad de Harvard. Para el eminente antropólogo, es la cocina, la alimentación, lo que determinó de manera profunda el paso del homo erectus (tras el homo habilis) al homo sapiens. Hace unos dos millones de años, se estableció una alianza entre el "indicador de la miel" y los homínidos. Con el fuego, los homínidos ahuyentaban a las abejas y cogían la miel, la comían pero dejaban una parte a fin de que lo insectos prosiguieran su labor. El pájaro "indicador de la miel", comía la cera. Era un caso de simbiosis.

Estamos ante el pájaro guía, o indicador, de la miel, el "Prodosticus regulus", que en el África Central, en la zona donde habita la tribu de los Masai, en Kenia, busca las colmenas salvajes. Siguiendo al indicator, y comunicándose con él mediante un especial lenguaje "intercomunicativo", llegan los indígenas a la fuente de alimentos.

Este uso alimentario del fuego, se estableció un millón de años antes de lo que hasta ahora se creía por la ciencia ( 2 millones, en lugar de esos 800.000 años, en que se pensaba que el hombre empezó a comer carne). Ya el hombre alcanzaba un desarrollo cerebral casi "humano".

Para el profesor Wrangham, basándose en esa simbiosis homínido-indicator, los rasgos que nos hicieron "humanos" empezaron a desarrollarse a partir del hecho de asar los alimentos más que del de comer carne. La cocción, facilita la digestión, y la asimilación de nutrientes fortalece y da energía. En esos momentos, dos millones de años atrás, el cerebro humano empezó a hacerse más grande.

Desarrolla la cocina, una serie de  procesos físicos y mentales, pues fuego y alfarería se asocian. El fuego, como un ejemplo físico, y la alfarería como un proceso manipulativo-mental. Fuego y olla, alimentación, asado de la carne,..

En su libro "Catching Fire: How Cooking Made Us Humans" ("El logro del fuego: Cómo el cocinar alimentos nos hizo humanos"), desarrolla Wrangham su revolucionarias ideas.

La cocina, proporciona al hombre primitivo, más calorías "útiles", y reduce el coste calórico de la digestión. Se mejora la salud y la energía, y el ser humano va teniendo la fuerza y capacidad suficientes para sostener el aumento cerebral.


El pájaro "indicador de la miel".


Vemos así, como este "pájaro indicador de miel", ha servido al científico para hacer uno de los mayores descubrimientos.

Es la cocina, la alimentación, el origen del fuego, hace dos millones de años, del desarrollo cerebral y de las habilidades que permitan la mejora de la inteligencia. El hombre primitivo, mejor alimentado, podrá cazar de modo más efectivo, desarrollar una más completa tecnología y avanzar en ese camino de la "humanización", emprendido por el homínido. Incluso, decimos nosotros, el hombre primitivo, con esa alimentación , podrá tener un más integral motus, movimiento, más resistencia y velocidad de carrera para la caza, lo que redunda en una calidad del entorno, siempre más apreciable.